martes, agosto 24, 2004

Soy vulnerable...

Estoy enferma, no había estado enferma siendo casada; un descubrimiento feliz... (lo sabía, no lo pude comprobar antes)
Mi esposo me cuida y se preocupa por mí.
Estar enfermo lo hace a uno vulnerable, no se es tan fuerte y poderoso como cuando se está sano, necesitamos del otro para muchas cosas; sentirnos necesariamente acompañados, mimados, apapachados, tener ayuda sin demandarla, entre muchas más; sin embargo la vulnerabilidad que viene junto con la enfermedad te permite ver cosas que comunmente no logras leer en tu relación con los otros, sobre todo en una relación en la que hay querencia.

Lo malo es que puedes contagiar al otro con los virus que te han enfermado, en fin eso de estar enferma me ha hecho valorar aquello que nos dijeron cuando nos casamos; mejor son dos que uno solo, porque si uno cae el otro lo levanta, si uno enferma el otro lo cuida...
Ya estaré mejor de salud pronto, pero algo muy bueno dejó la enfermedad; la agradable certeza de que no estoy sola y de que soy querida.

Luzma, la acompañada.

Luzma

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